
Me gustaría hablar de los maduritos runners que ya han pasado a tener los cuarenta y casi todos o han empezado la cuenta atrás al medio centenario, incluso los que ya los han superado.
Hay algunos que nos hemos incorporado en el tema running bastante tarde, y con muy baja forma, y vemos a algunos de los veteranos que nos genera cierta envidia, no quiero señalar a cierto pelotudo (si, vos sabes a quien me refiero) que está en esta categoría de maduritos, siempre quejando que no llega… pero siempre llega.
Esta categoría de gente que han hecho deporte durante mucho tiempo y no lo han soltado es una muestra que el deporte es algo más que estar en forma, es una forma de vida. Enhorabuena compañeros.
Con lo de Veteranos E, no me refiero a ese rango entre los 55 y 64 años en las que algunas carreras se intenta separar y segregar por edades, demostrando que se puede tener una vida muy saludable a ciertas edad. Con la «E» me refiero a los Especiales, a aquellos que empezamos tarde, con cargas familiares, muy sedentarios y muy metidos en el trabajo, en el que eso de «correr por correr» les parecía una tontería. Que veía a esa gente loca, casi patética perdiendo el tiempo y el aire en solo correr. Si, yo era uno de ellos.
Pero hay algo que cambió el chip. Y es algo que a algunos les puede llegar mas o menos con fuerza y es lo que los médicos denominan «Crisis de la mediana edad» o «Crisis de los cuarenta«, no creáis que es una crisis de «quiero seguir siendo un niñato, me compro un descapotable y persigo a todas las faldas que vea»… desgraciadamente es algo mucho mas serio.
A mi me llegó pasados bastantes los cuarenta y se manifiesta con un bajón, parecido a una depresión, en la que te sientes inútil, porque te sientes todavía joven, pero ves que tus metas no llegan como llegabas antes, ves que empiezan a adelantar por la derecha y por la izquierda (en sentido figurado) y el desánimo te apodera en tu día a día, por lo que empiezas a dejarte, te das por vencido y terminas siendo un barrigón, padre de familia que va y viene del trabajo, con su familia y viendo tele…. YO NO QUERÍA ESO.
Así que empecé a salir a correr… sin tener ni idea, los dos primeros kilómetros de mi vida fueron escupiendo sangre a 10’/km, y no me quedé ahí… seguí saliendo con mas ritmo, mas veces, y con un pequeño objetivo… terminar las carreras.
Volví a la del Corte Inglés (Ahora llamada Carrera Urbana Ciudad de Málaga), después de haberla hecho de pequeño en sus primeras ediciones. No me rendí.
Un amigo me animó a hacer la media maratón, caso como una broma y un reto de «a que no hay h****s?», ya había empezado a coger algo de forma, pero mi barrera física y psicológica estaba en los 10K, ¡¡¡Estamos hablando de el doble a lo que me había enfrentado en ese momento !!!. Me pasa un plan de entreno bastante básico y se consiguió cumplir el reto


Una gran proeza por mi parte, y ya empezó el bicho a latir en el interior.
Siguieron carreras populares de barrio, otra media maratón, etc… no esta mal para un madurito resultón 😎
Pero la crisis no hizo mas que empezar, eran pequeñas batallas que se iban ganando, pero algo que sin ayuda es difícil superarlo. Desgraciadamente los profesionales que te pueden ayudar no los cubre la seguridad social y dependes del sector privado, nada accesible a la clase media que vive para trabajar, en lugar de trabajar para vivir.
Intenté buscar nuevos retos, para ir superando este «Maldito desánimo» que te persigue casi todos los días, sinceramente no es nada agradable y nada fácil hablar de ello, ya sea por vergüenza o por otros motivos.
Había nombrado la Media Maratón de Málaga como mi carrera fetiche, la que me da una satisfacción especial, un subidón de moral que dura bastante tiempo, algo que hace llevadero esta maldita crisis, y corriendo la edición número 27 coincidí con un ex compañero de trabajo que vestía la camiseta de Bichos Runners, mola!!!
Me animó, bueno mas bien me animó a dejar salir al bicho de dentro, creo que fue la mejor decisión de mi vida.
Me enseñaron nuevas rutas, no conocía la subida a Gibralfaro, y de como un nuevo reto llegaba a mi, rutas por el Guadalhorce, los R&B, etc.. El lobo supuso un antes y un después, no solo era el reto de llegar arriba al mirador, sino que esta nueva familia te estaba esperando, gritando y dando ánimos como si fueras un corredor de élite y fueran tus mayores fans de toda la vida. Jamás olvidaré ese momento.

Desde luego, estas pequeñas victorias han hecho que se superara una de las mayores crisis que alguien pueda pasar. El aliento de la manada bichuna es algo mas que una ayuda en la carrera, no podéis saber como han podido ayudarme en tantos momentos, y de no saber como recompensar ese ánimo a todos, me faltaría mucho mas que una entrada en el blog para nombrar a todos, por lo que sois todos los causantes de que otro loco entre en el mundo runner por un motivo y ahora no quiera salir porque no sabría correr sin un IRUAJ cerca de la oreja.
Parafraseando al gran éxito de «Indeep» de los años 80:
Last summer a bicho saves my live https://youtu.be/GtfZbj4J71A
Gracias a todos y…. IRUUUUAAAAJ !!!!!!!
Mr. K