Si eres una de estas tantas personas que ese día va a tener una de sus primeras aproximaciones a esta distancia, te recomiendo que leas hasta el final, pues tengo algo que contarte.

Debuté en esa carrera hace ahora 3 años, cuando apenas llevaba tres meses corriendo. Tenía entonces 33 años. Para la mayoría de la gente de esa edad, terminar una carrera de 10 Km sin pretensiones de realizar una buena marca, está dentro de sus posibilidades con apenas algo de entrenamiento.

Cuatro o cinco meses antes de ese debut, mi estado de forma era deplorable. Pesaba 102 Kilos, midiendo 181 centímetros. Estaba sometido a controles médicos semestrales, debido a un hipotiroidismo detectado en 2005. No recuerdo en qué punto me descuidé físicamente, pero en Julio de ese año (2011)  llegué a tener los siguientes marcadores analíticos:

– Colesterol : 308 (Máximo recomendado: 220)

– Triglicéridos: 233 (Máximo recomendado: 200)

– ALT-GPT: 86 (Máximo recomendado: 40)

– GAMMA-GT: 181 (Máximo recomendado: 78)

– Ácido Úrico: 10,7 (Máximo recomendado: 7)

El médico de cabecera no se lo pensó:

– «…Con estos marcadores y con lo que llevas arrastrando desde años, te voy a recetar estatinas para bajar el colesterol. Estás a punto de una diabetes, una cirrosis o algo peor….«

Ciertamente me encantaba la cerveza y comer bien. Mi vida era totalmente sedentaria. Cualquier actividad física desembocaba en sudores y ahogos, por muy placentera que fuese.

  Foto 1: Evidente sobrepeso. Evidente buena vida (Agosto de 2010)

La actitud derrotista del médico y sus palabras, me dejaron pensando seriamente por primera vez en 6 años. Le pedí alternativas a las estatinas:- «… Las alternativas ya las conoces, pero no te has atrevido a hacer uso de ellas en todos estos años: Dieta y deporte. No hay más secretos…»

Decliné finalmente tomar medicamentos y le prometí hacer algo al respecto, aunque no sabía muy bien qué, ni cómo.

Unos días después, mi mujer y yo fuimos a Decathlon. No recuerdo muy bien el propósito exacto de por qué fuimos. De lo que sí me acuerdo, es que algo produjo en mi interior, algo que lo que los psicólogos llamamos «INSIGHT»… una comprensión del cambio… y la herramienta de ese cambio se llamaba RUNNING.

Me propuse iniciarme en ese deporte. Conociéndome, la probabilidad de abandono era altísima. Yo mismo habría apostado tres pintas de cerveza contra la posibilidad de adherirme al deporte, por lo que me decanté por comprar las zapatillas más baratas que hubieran en la tienda, aquellas que ellos denominan «de primer precio técnico«, unas míticas Kalenji Ekiden 50 de sólo 12,95€. Era el 11 de Julio de 2011….

Ese mismo día corrí hasta lo que pude…. que fueron unos escasos 2,5 Kilómetros. Acabé ahogado, derrotado, casi muerto. Tenía una larga lucha interior por delante, entre la comodidad de una pastillita y la curación real pero forjada a base de sufrimiento.

Opté por sudar, alternando el running un día sí y otro no. Los días que tocaban sí, expulsaba auténtico amoniaco por los poros. Muy pronto comencé a comprobar las ventajas del running: perdía peso muy rápido, incluso sin cambiar excesivamente de hábitos cerveceros o gastronómicos. La constancia permitió que cada vez pudiera correr más rápido la misma distancia, o incluso llegar más lejos.

Los rápidos avances se irradiaban al resto de mi vida. Mi entorno me percibía más delgado; yo me sentía más ágil; mi mujer me encontraba más atractivo; mi autoestima comenzaba a restaurarse, tras años enterrada; y por fin podía acabar un partido de padle con mis amigos sin morder la lona ahogado por el esfuerzo.

Había estado muerto, pero revivir empezaba a ser posible.

 Foto 2: Verano 2011: Techo de peso: 102 Kilos. Auténticamente muerto

En agosto supe de la existencia de la carrera urbana de Málaga. Alcanzar 10 Km quedaba aún muy lejos de mis posibilidades, puesto que la máxima distancia recorrida hasta entonces, eran unos modestos 6 Km. Pensé que intentar acabar esa carrera merecería la pena para afianzar mis propósitos, así que me decidí a seguir el primer plan de entrenamiento que encontré (El plan de 8 semanas de VITONICA, para correr 10 Km), para tratar de conseguirlo.

Aunque mi peso iba en descenso, pronto destrocé mis Kalenji de 12,95. Tuve que cambiar a unos Nike Dart 8 de 39,95 €. Esos fueron mis «neumáticos» para tratar de afrontar mis primeros 10 Km del Corte Inglés.

Las 8 semanas de entrenamiento pasaron rápido. En cada sesión, no dejaba de visualizar el 16 de Octubre. Tenía que acabar los 10 Km y lo tenía que hace en menos de una hora. Tenía que demostrar al mundo y a mí mismo que había resucitado.

Apenas pude dormir la noche antes. Temía fracasar. Me podía la presión. A la vez, sentía un bicho corriendo por mi estómago que me impulsaba a intentar a toda costa mi propósito.

Toni y David me acompañaron a la prueba, aún hoy les quiero dar las gracias por ello. Cogimos el tren de las 7:30, por lo que llegamos de los primeros a recoger el chip, en los soportales del Corte Inglés. Las horas de después me resultaron mágicas. Los corredores se iban agolpando en torno al edificio, calentando, riendo, corriendo y disfrutando…. y yo era participe de ello!!!! Alguien totalmente acabado hacía tres meses antes, iba a correr 10 Kilómetros!!!!!!

La salida me emocionó, la carrera me ilusionó kilómetro a kilómetro, la llegada fue orgásmica: 59 Minutos, 36 Segundos…. conseguí llegar por debajo de la hora!!!!!! Había vencido!!!!!!!!!

Los 10 Km del Corte Inglés de 2011, me llevaron a entender que NO podía ser fruto de la casualidad que una generación como la mía, que implantó en masa el fenómeno del botellón en las calles españolas. estaba en esos momentos impulsando al running a su auge. Incluso aún hoy no se ha tocado techo. Por mi parte, estaba decidido desde ese día a cambiar hipertransaminasas por endorfinas, y estoy seguro de no ser un caso único, sino más bien la norma.Los 10 Km del Corte Inglés de 2011 supusieron el giro de tuerca definitivo a mi estilo de vida. Aún hoy sigo siendo un cervecero, pero ya el cuerpo me pide moderarme para correr mejor. El running está ahora en el Top 5 de mis prioridades, sólo por debajo de la sonrisa de mi hija, el amor de mi mujer, el afecto de mi familia y el rodearme de buenos amigos.

Los 10 Km del Corte Inglés de 2011 supusieron la plataforma para intentar nuevos retos. A mi edad, mis marcas en las competiciones sólo son capaces de alcanzar la decencia, y quedan muy alejadas de la brillantez; pero las posibilidades de alcanzar nuevos logros, son infinitas. No permitas que los 10 Km sean tu meta, sino sólo el comienzo de otros retos a través de nuevas carreras que te conducirán a un campo de satisfacción aún más amplio.

Los 10 Km del Corte Inglés de 2011 fueron el comienzo de una mejora real en mi salud. Mi médico ya no se plantea recetarme estatinas y mis marcadores se han normalizado. Ya puedo comer chuletones de a kilo esporádicamente sin preocuparme por las consecuencias. Mi media de peso anual se sitúa en 85 Kilos.

Los 10 Km del Corte Inglés de 2011, hicieron que la percepción de mí mismo cambiará exponencialmente. Esto a su vez me ayudó a nivel afectivo con mi mujer y mi familia, a nivel laboral y a nivel social. Recorrer este camino te conducirá a que tú mismo te conviertas en tu super héroe favorito.

Los 10 Km del Corte Inglés de 2011, hicieron que fotos como esta….

 

 …. se transformaran en estas…

 Los 10 Km del Corte Inglés de 2011, fueron los primeros de varios pasos para llegar a BICHOS RUNNERS, confiado en que los puntos se unirían, tal y como luego me dijo Steve Jobs a través de Mr M.

Tal vez, una vez llegado hasta aquí, sientas que te encuentras en el punto inicial de mi relato. Tal vez no tengas hoy problemas de salud, pero yo creo que has entendido la esencia de este post. El domingo, vivirás la magia.

Aunque el próximo 19 de Octubre te encontrarás con gente que corra mucho más rápido, siempre habrá un BICHO RUNNER dispuesto a acompañarte a tu ritmo. Mira a tu alrededor, quizá ya alguno de nosotros esté corriendo a tu lado.

Mr Farleks Killer.