Ahora que están tan de moda las series se me ha ocurrido que estamos iniciando la que será la primera temporada completa de Bichos Runners.
Esta historia podría haber empezado como una película que, aprovechando el tirón del running, se acercaría a un grupo de personas, sin relación previa, ni, en principio, demasiados puntos en común más allá de esa afición, en la que se mostrarían las experiencias, dudas y sensaciones de ese grupo al plantearse correr un maratón.
La película acaba en un punto de emoción máxima. La sensación al acabar la primera maratón sólo sería equiparable, cinematográficamente hablando, a «la grulla» de Karate Kid I o al «Adrian!!» de Rocky I.
El problema podría surgir precisamente de ese final grandioso. ¿Y ahora qué hacemos para mantener la atención del público? Conseguido el primer reto todo lo demás sería bajar el nivel.
Afortunadamente, en eso, como en otras muchas cosas, correr es como la vida: nadie nos quitará lo conseguido pero no se puede vivir de éxitos pasados, no puedes conformarte ni regodearte en la nostalgia de lo que una vez hiciste. La vida como el deporte, aunque sea a nivel de aficionados, es superación continua, levantarse cada día con el propósito de mejorar en tu familia, con tus amigos, en el trabajo y, por qué no, buscar cuál será la siguiente carrera que preparar.
Y, como pese a todo, el boom se mantiene y la película tuvo relativo éxito, unos productores decidieron dar continuidad a la idea con un proyecto de serie con intención de perdurar en el tiempo.
Los protagonistas hemos surgido por generación espontánea (en ningún caso habríamos sido los «guapos de la peli», como dirían Hombres G «Siempre hemos sido una cosa normal. Ni mucho ni poco ni para comerse el coco». Ni los primeros ni últimos en llegar a la meta). Simplemente hemos sido los que hemos querido seguir juntos dando continuidad a esta aventura que sabe Dios dónde nos llevará…En cualquier caso me ha descubierto a cuatro verdaderos cracks con los que van surgiendo mil ideas y proyectos.
Este es mi capítulo de presentación así que miro a la cámara (guiño a la película imprescindible que es Alta Fidelidad) y empiezo reconociendo que llevo casi tres meses parado (aunque difícilmente volveré a tener unos meses tan intensos). La verdad es que soy bastante anti runner. Sinceramente, «no necesito hacer deporte», no tengo esa sensación de síndrome de abstinencia si me quedo tirado en el sofá. Simplemente hago deporte y corro porque disfruto. Pero se acaban de presentar los planes de entrenamiento para el V Maratón de Málaga y es momento de volver a calzarme las zapatillas para ir recuperando sensaciones. Me cuesta decidirme: hace calor, ya si eso mañana más temprano…Pero cuando decido salir y pongo el interruptor en On noto como me suben levemente las pulsaciones y empiezo mi ritual de preparación para salir: la vaselina, las vendas para mi periostitis tibial crónica, qué camiseta elijo…He salido dos días antes de empezar las tiradas «oficiales». El pasado miércoles estuve a punto de quedarme en el intento: flato, dolores musculares y las piernas que pesaban como plomo. El viernes ya fui mejor…A ver mañana…
Si pretendes encontrarte conmigo fuera de este serial tendrás que madrugar aunque debes tener en cuenta que, los cinco, disimulamos bien nuestro carácter de bichos (si no nos provocan…)
Sed bienvenidos a la primera temporada de Bichos Runners. Nadie sabe qué nos deparará el futuro pero de lo que estoy seguro es de que no pienso perderme ni uno solo de los capítulos. Y tú?
Mr Banders