Si, Tú. Lo sabes,  de verdad que lo sabes. No me engañes. Lo estás deseando. Deseas que lo hagan aquí y ahora, en este lugar y en este preciso instante.

Atento, tienes una a las doce. Te ha visto. Vuestras miradas se han cruzado por un instante pero has estado bien, has cambiado la mirada a tiempo y no se ha notado. Se ve que dominas la situación, no es la primera vez que lo haces.

Pero cuidado, se está acercando. ¡No te gires! que se notará. Hazte el despistado, debes  hacerte el interesante, el chico solitario pensando en sus cosas. Que piense que no te interesa nada de tu alrededor.

Lentamente toma el último sorbo  y deja la copa  en la barra, como si ella no existiera. La sientes, está detrás de ti pero tú ni caso, a lo tuyo.

Deseas girarte y decírselo pero sabes que no debes. Estaría mal. Piensa en los tuyos, en lo que dirán mañana. Tienes un trabajo serio y una familia que te apoya. No lo hagas. Te ha costado mucho esfuerzo llegar hasta donde estás ahora. Todo el mundo habla bien de ti y eso hoy en día no es nada fácil. Se fuerte, lo superarás. Ya lo has hecho antes y lo volverás a hacer ahora.

Bueno, parece que ya ha pasado todo. Puedes relajarte y seguir como si no hubiese pasado nada. Solo ha sido un pequeño susto. De nosotros no saldrá. Lo hemos superado de nuevo. Bien hecho, formamos un buen equipo. Volvamos con tu mujer, se estará preguntando porqué tardas tanto. ¡Espera no!…

-¡Hola! Cuanto tiempo sin verte, estas cambiado, no te reconocía. Se te ve más delgado….

No contestes, no contestes. Quiere entablar comunicación verbal y sabes que eso es el principio del fin. No lo podrás parar.

-Ah, running, eso que está de moda ahora… ¿pero no es aburrido eso de correr?

Es el fin. Definitivamente es el fin. Ya no hay marcha atrás. En segundos una llama en tu interior se hace cada vez más fuerte y brilla con más intensidad. Ardes por dentro. Necesitas sacarlo todo hacia afuera, quieres vaciarte.

Una bacanal de ideas, sentimientos, vivencias, conocimientos, experiencias, carreras, lesiones y alegrías fluyen por tu boca hasta que te quedes sin fuerzas. Estás fuera de control y ha vuelto a suceder.

Ya has conseguido un nuevo runner en la manada.