Aquí estamos, la semana previa a la cita reina del año, la Maratón de Málaga, un año después. Y no se ni qué decir, la verdad. La espiral de sensaciones es tal en estos momentos que difícilmente pueda englobarse en un único texto; pero, aún así, voy a intentar condensarlo.
Muchas cosas han cambiado en mi vida durante éste año; casi todas para bien, todo hay que decirlo. Desde aquel día en que cruzaba el arco de meta con un dolor agónico en la pierna derecha, no he vuelto a ser el mismo. Tomad nota los novatos, pues una vez crucéis la meta, NO VOLVEREIS A SER LOS MISMOS: ahora soy más fuerte, más valiente, más duro…Si acabas un maratón, puedes con cualquier cosa -piensas.
Al acabar la maratón decidí ponerme retos más duros, tanto física como mentalmente, y me lancé de cabeza a la montaña con el objetivo de terminar la famosa carrera de los 101 Kms de Ronda -ya todos saben por estos lares que tuve que abandonar en el km 67. Y eso me fortaleció aún más.
Pues un año después aquí me encuentro, rodeado de MI FAMILIA DE LOS BICHOS RUNNERS, volviendo a sentir los mismos miedos, las mismas inseguridades, los mismos dolores fantasmas que sentí antaño -y que, por contra, no sentí en la Maratón de Sevilla-, por mí y por los que van a debutar. Me encuentro realmente mucho más fuerte que nunca, capaz por una vez de bajar de 4 horas -aunque, this is marathon, así que ya veremos qué pasa finalmente-, pero sigo teniendo el mismo cosquilleo en el estómago.
El trabajo está hecho, sólo queda disfrutar del recorrido por nuestra magnífica ciudad y saborear las exquisiteces del éxito. Si no alcanzáis el objetivo de tiempo propuesto, no os sintáis mal por ello, es normal en esta distancia. YA SOIS HÉROES TAN SÓLO POR PREPARAR UN MARATÓN DURANTE 20 INTERMINABLES SEMANAS DE DURO SACRIFICIO!
Y, si alguno tiene en mente los últimos desgraciados acontecimientos sobre muertes en competiciones de atletismo, pensad que más gente muere de cáncer que por practicar deporte DE UNA FORMA RESPONSABLE. Además, como diría Mr Boar -al cual desde aquí mando todo mi apoyo, pues su rodilla está maltrecha y aún así le va a echar más cojones que un miura y va a acabar su reto- MÁS VALE MORIR QUE PERDER LA VIDA. He visto demasiada gente morir a mi alrededor por enfermedades que realmente aterrarían al más valiente como para tener miedo de correr un rato rodeado de buena gente.
Nos vemos en la salida, en el recorrido, en la meta, y tomando cerveza en la celebración posterior!
Mr Law