Semana post carrera y extraña para mí.
Desde unos días antes de la Media Maratón del pasado domingo traigo el cuerpo extraño. Alterno ratos en que me encuentro bien con otro en los que tengo dolor de garganta e incluso febrícula. Si a eso le sumo que esta semana he podido pasar más tiempo con Mrs. Banders, el resultado es que he entrenado bastante poco.
Miércoles: La natación me beneficia porque hacemos trabajo de tren superior y, en el agua, mis piernas son dos yunques que me arrastran al fondo de la piscina:
125 metros de calentamiento.
200 metros de crol con pull (ida con braceo normal, vuelta en punto muerto).
200 metros de espalda con pull (ida con braceo normal, vuelta en punto muerto).
Una carrera de relevos de dos series de 50 metros estilo crol (por supuesto mi equipo de relevos queda último).
75 metros de vuelta a la calma.
Sábado: Salgo a correr por primera vez desde la Media Maratón. Sólo 45´que dan para 7,7 kms.
No sólo de deporte vive el hombre y este funde semana ha sido el mejor ejemplo: comida el sábado, desayuno y misa de Domingo de Ramos, por la mañana, después almuerzo en el centro, baloncesto… en fin. La semana que viene tengo que volver a apretar con el entrenamiento, el siguiente objetivo está en puertas.