Bueno, señoras y señores, comienza desde hoy una nueva edición de mis crónicas periódicas con vistas a la conquista del que será, con creces, el objetivo del año: cruzar la meta, en la Alameda del Tajo, de los 101 Kms de Ronda. En esta ocasión, no obstante, no será un diario programado cada semana, contando de forma metódica -y aburrida- mis entrenamientos, sino que iré publicando con una cierta frecuencia -dos veces al mes, creo- de forma más entretenida, tanto para mí como para el lector.
Y qué mejor forma de comenzar que con una breve reseña de lo que fue mi vuelta a la competición de montaña en el mismo sitio en que empezó todo: Trail La Capitana.
En esta ocasión -en comparación con el pasado año- el grupo fue mucho más numeroso -fueron Mrs Boots, Mrs RayBan, Mrs Sonichy, Mrs Monroe, Mr Moto, Mr Tatanka, Mr Rubio, Mr red, Mr JC Sprinter, Mr Anfibio y un servidor- lo que, unido a la experiencia que ya tengo en estos trámites, hizo que los nervios apenas se dejasen notar.
A eso de las 9:30 de la mañana, nos juntábamos todos frente al arco de salida para la foto-family de rigor, si bien en esta ocasión contamos con unos cuantos acompañantes más del grupo de Runn’s App -Mena, Marce, etc.
Nada más dejar las cosas en el coche, esperando al resto.
Aquí andamos los que habíamos llegado haciendo amigos, como no puede ser de otra forma.
Dicho esto, no quedaba más que ponerse en la salida y esperar. Los que me conocen, saben que suelo ser dado más al disfrute que al sufrimiento; pero en ésta ocasión tenía un pacto hecho con mi hermano de carreras, Mr JC, que era salir a darlo todo hasta reventar. Y así que lo hicimos.
Fue dar la salida y salir como alma que lleva el demonio, a 4:40 por km -los que nos conocen saben que a ese ritmo no solemos salir ni en un 10k-, sin reservar ni un ápice de energía para el final. El objetivo eran las 3h30′, y tenía en mente conseguirlo o acabar arrastrándome. Si podía seguir en pié, tenía que lograrlo, por lo que no bajamos el ritmo nada más que al comenzar la primera subida, por un estrecho carril, que no dejaba adelantar -casi en el km 3 del recorrido.
Comenzamos a subir todo lo rápido que nos permitía el escaso espacio que había, adelantando cuando podíamos, hasta llegar aproximadamente al km 5. En ese punto, al bueno de JC se le ocurrió soltar por la boca una genialidad que nos costó una buena pájara posteriormente: dijo que iba reservando. Como yo estaba echando espumarajos por la boca, me sentó bastante mal, así que apreté todo lo que fui capaz hasta que amablemente me pidió que bajase el ritmo -por amablemente me refiero a que el chaval ya estaba por lanzarme una piedra jaja-, pero era tarde: no pensábamos bajar, ni él ni yo.
En ese punto comenzaron las vertiginosas bajadas, a tumba abierta, y aquí procede contar dos anécdotas de lo más curiosas:
1.- Un espectador que estaba animando nos ofreció a beber leche de pantera. La bajada después del avituallamiento especial fue mucho más suave jajaja
2.- En una zona de atasco, donde no me apetecía perder tiempo, grité a Mr JC que saltase, que yo lo cogería al caer y no acabaría en el fondo del barranco.
Me tocó hacer de Kevin Costner y a JC de Withney Houston, pero evitamos la tragedia y seguimos corriendo
Atasco en la nacional 340!
Tras llegar al km 10 en 1h25′, comenzó una brutal subida que terminó con mis piernas destrozadas, para coronar en el pico de La Capitana, el que da nombre a la prueba.
Vamos, si voy más lento me caigo de espaldas.
Os aseguro que si estaba sentado es porque tenía un mareo que no veía ni al que hacía la foto.
Desde aquí, lo que tocaba era desconocido, pues habían cambiado el final. Unas bajadas que no hacen ni las ovejas, seguidas de una subida final que no me esperaba, me hizo llegar al final de la prueba con los cuadriceps echando humo. Pero, qué coño, al final, llegamos…y en 3h30!
Tocaba un poco de ñoñería.
El post carrera, como siempre, lo mejor
Con el infiltrao del Mena dando caló!
Tan sólo me queda felicitar a cada uno de los participantes, pues por uno u otro motivo merecen un gran aplauso: Sonia, Mar y Sebas, por su debut en Trail con tanta solvencia; Pacheco y Pablo -y Antonio, aunque entrase un poco más tarde-, por ese pedazo de tiempo que se marcaron; Juan, por haber tenido narices de acabar tal y como estaba; Elo, por acabarla con él y no dejarlo sólo; José Carlos, por acompañarme y dejarse la piel conmigo; y muy especialmente a Marili, que hizo el carretón de su vida llegando en 3h45 minutos. TOUCHE A TODOS.
Next Station: Trail Sierra de Aguas, en Álora, 51 kms, el 7 de febrero!
Mr Law.