Salir de nuestra zona de confort es muy difícil, haber llegado, sufrido, insistido y hacerte un huequito en una meta te hace sentir bien… pero luego un nuevo reto se aproxima y tienes que abandonar lo «cómodo» y regresan los miedos, incertidumbre a tu cabezota y el constante rumrum de «ay, no sé si podré». Me he enfrentado a mi primera tirada larga… y ha sido toda una experiencia.
Mrs Lagataclu