Hoy es un gran día. Quizás no lo sepas si acabas de llegar a este post o porque ni tan siquiera sabes quienes somos. Pero créeme si te digo que hoy es un gran día. Uno de esos días en los que como una buena tarde de otoño, sentados frente a una chimenea sintiendo el calor de la hoguera y escuchando caer las gotas sobre la ventana en algún lugar perdido entre las montañas, recostado en el sofá le dices a tu pareja al oído con voz sigilosa: la vida es maravillosa.
Esa sensación de felicidad momentánea, de plenitud espiritual, de satisfacción personal, es lo que hace que hoy sea uno de esos días, donde se demuestra que siempre merece la pena luchar por lo que uno quiere.
Esas voces malignas que tantos años han estado rodeándote y susurrando una y otra vez que no puedes, que eres y siempre serás así, ese “así” que ellos han estado dibujando año tras año, construyendo un algo irreal donde has llegado incluso a creértelo por momentos.
Pero elegiste bien tu camino, difícil y arriesgado camino, pero lo elegiste tú, con valentía y decisión.
Hoy es un gran día para los que te conocemos, algunos solo de cruzar unas palabras, otros de un hola y adiós sincero, otros por interés, y muchos otros de corazón, porque hoy has logrado algo que durante muchos años has estado persiguiendo: ganarte a ti mismo.
Los retos son siempre arriesgados, nunca sabes si te has puesto metas difícilmente alcanzables que te lleven al autofracaso, y sin embargo, desde que te conozco, siempre has estado buscando llegar a esa cumbre personal, al principio desde el interior en secreto y después anunciándolo a todo el mundo.
Hoy has logrado un gran reto, un escalón en este juego infinito al que comenzaste a jugar hace unos meses, un juego sin final y sin retorno, pero con un camino apasionante por recorrer.
Hoy piensas que con tu reto deportivo has rendido homenaje a nuestro lobo, pero en realidad, todos los que te conocemos te estamos homenajeando a ti. Enhorabuena Capo.
Bichos Runners