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De cómo me convertí en Ultrero – 19º MiM Penyagolosa

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De cómo me convertí en Ultrero – 19º MiM Penyagolosa

Para empezar a contar esta historia, primero voy a remontarme y darles las gracias a los 2 culpables bichunos Mr. Barbuo y Mr. Marín que fueron los que entre risas y el ya conocido “vamos a apuntarnos al sorteo por si nos toca” acabamos metidos en esta carrera por ellos.

Estaba viendo la cabalgata de Reyes con mis padres el día 5 y me llega un email al móvil: Si ha recibido este correo ha sido usted agraciado con un dorsal en la repesca del sorteo, tengo que leerlo dos veces para asimilarlo, por tanto, primer regalo de Reyes anticipado. Comentamos la noticia por el grupo de trail y efectivamente nos ha tocado a Mamerto, Law y a mí y en cuestión de un par de días ya tenemos hasta alojamiento.

La MiM de Penyagolosa ha significado mi debut en la Ultra distancia a pie, ya que había hecho Maratón Málaga 2015 y los 101kms, pero en duatlón y en bicicleta. Así que ahí a lo loco y sin anestesia me meto en una prueba de 63k y +3100 positivos.

Han sido 4 meses de preparación que han pasado en un abrir y cerrar de ojos y lo más importante y que más me preocupaba: Sin lesiones.

Los días previos a la carrera los he vivido con una tranquilidad bastante inusual y eso que la prueba tenia tela, pero el haber llevado de sherpas experimentados a M y Law ha sido un alivio. Ponemos rumbo a Castellón y hacemos un alto en el camino por Benidorm antes de llegar al punto clave.

El apartamento nos quedaba muy cerquita de la feria del corredor y zona de entrega de dorsales, así que podemos pasarnos un buen rato y respirar el ambiente ultrero y de primer nivel que se respira, es una clásica de las carreras por montaña en el panorama nacional.

Asistimos a la charla técnica para conocer más de cerca los puntos críticos de carrera y después de esto una buena cena de pasta y para la cama que el despertador sonaba bien temprano, la salida era a las 6 de la mañana.

Cuando suena el despertador, aparte de levantarme con una tostá de sueño enorme (3:45am en pie) me entra un canguelo en el cuerpo terrible que según vamos yendo para la salida se va pasando principalmente porque ¡vaya rasca de frío pegaba en salida!

Últimos ánimos y abrazos y nos vamos Law y el menda para el corralito ya que habíamos hablado de ir juntos, Mamerto tira con el sector de más nivel de la prueba.

Pistoletazo de salida y mucho público volcado con la carrera para ser una hora tan temprana, salimos a un ritmo que nos permite ir cómodos y reservando porque todo el mundo nos había dicho que en el km 34 – Les Useres era donde empezaba realmente la MiM y la parte dura.

Ir con Law es seguridad de tener que acabar metiendo la lengua en remojo de lo que casca, pero así se hace más divertido también, esto es algo más que correr y tocaba disfrutar de la oportunidad única de carrera a la que habíamos podido asistir.

Y lo que nos decían era cierto, hasta mitad de carrera era un perfil bastante corredor y asumible, pero la historia cambia totalmente con lo que nos encontramos en la segunda parte todo en repechón continuado, recuerdo con especial dureza la subida a Lloma Bernad sin una sombra y con un zigzagueo de piedra suelta interminable.

Vamos juntos toda la carrera hasta que en el km 50 pasando Xodos decido tirar en solitario ya que mi Law había tenido problemas estomacales toda la carrera y yo iba bastante más fresco de piernas.

Hasta culminar la última subida de Banyadera y dejar el Penyagolosa a nuestros pies, es cuando empieza el verdadero momento de fagocitar en la bajada rocosa y darlo todo, cual es mi sorpresa y alegría que a 1 km de meta me encuentro a Mamerto esperando para ver si nos veía pasar, había leído por el Sherpa Team en el grupo verde de whatsapp que había llegado y había hecho un carreron, con eso ya tenía el extra necesario para encarar la recta final hasta el Santuari de Sant Joan donde ya se oía a la muchedumbre y que era donde me esperaba mi ansiada meta.

Reconozco que alguna que otra lagrimilla se me escapó recordando todos los meses de entreno y que había sido capaz de romper mis límites una vez más y superarme a mí mismo, que al fin y al cabo es lo bonito de esto, la superación, el mejorar y tener detrás una familia que te arrope como y apoye tus locuras como es la bichuna.

He disfrutado de principio a fin esta carrera porque no tiene fallos ni peros por ningún lado, y tengo claro que las Ultras han venido para quedarse.

Dar las gracias por ayudar a conseguir este ansiado reto en primer lugar a Dania que se merece un monumento por aguantarme y no fallarme nunca, a mis padres por ayudarme y enseñarme a perseverar, a Dani Pérez por sacar el máximo rendimiento de mí y a M y Law por ser mis compañeros en esta bonita aventura y a todos mis bichos por aportar tanto en el día a día.

Y esta es la historia de cómo me convertí en Ultrero.

Mr. Mountain