Sabemos que los años, tal y como los entendemos, son solo convenciones. Pero necesitamos esa ilusión de que las cosas forman ciclos que empiezan y terminan, y aunque los días se sucedan, aunque no creamos en los propósitos de año nuevo; todos sentimos por estas fechas el cosquilleo de las cosas que están a punto de empezar.
No sé si 2018 ha sido un gran año para ti, si has cumplido tus objetivos y estos días estás celebrando tu buena suerte o si, como yo, tienes que hacer un ejercicio de optimismo y buen humor para sacarle algo positivo a este año. Y si, como yo, si haces recuento de las cosas buenas, siempre acabas contando carreras. Con o sin dorsal, en asfalto, montaña, cortas, largas, ultralargas, con amigos, con desconocidos, las que abandoné, las que madrugué, las que sufrí, las que me tatué, las que compartí, lasque trasnoché, las que celebré llorando y las que celebré bailando, las que me caí, las que quiero repetir, las que improvisamos, las que terminamos brindando, las que me llevaron a personas y a lugares maravillosos. Todos esos amaneceres que he visto este año, mientras corría, y esos atardeceres que habrían hecho las delicias de El Principito, cuando me quedaba sin aliento en bosques de cuento y mi corazón disparaba latidos a 160 fotogramas por minuto. Salir a correr con unas amigas y arreglar el mundo. Poner tu lista de temazos y salir a correr creyéndote la estrella de un videoclip (por favor, decidme que no me pasa solo a mí). Salir a correr y que lo de menos sea correr, salir y celebrar que estamos vivos y que coleccionamos dorsales, medallas y arañazos.Y buenos momentos, por encima de todo. 2018, sea como sea, está hecho de buenos momentos.
Solo por eso, ya merece la pena marcar fechas en el calendario todavía inmaculado de 2019 y pasarnos días dando vueltas a esas palabras tan bonitas, pensar en desafíos, en retos, en todo lo que tendremos que entrenar, en las cosas que tenemos que mejorar y demorarnos en nuestros defectos y vicios (los confesables, por supuesto): este año queremos estirar más a menudo, y dejar de correr como pollo sin cabeza, planificar los entrenamientos un poco mejor y no apuntarnos a todo lo que pillamos… Pero bueno, la cosa es, simplemente, seguir sumando momentos. Sumando lugares, personas, amaneceres, madrugones, medallas, dorsales, imprevistos, fotos de postureo, amigos que se quedarán, paisajes y motivos para seguir adelante, cosas bonitas que hagan que cada día sume, y que la vida sea un poco más amable solo porque el fin de semana madrugaremos más que en toda la semana para ir a correr a ese sitio tan bonito del que te han hablado tanto.
Para 2019, te deseo más de todo eso. Mucho más. Te deseo que te rodees de locos que corren, de los que se ríen de todo, de los que te esperan cuando te quedas el último, de los que te ayudan a levantarte cuando te caes, de los que te ofrecen todo lo que llevan (geles, barritas, agua, pastillas, sales, vaselina, pañuelos de papel, lo que sea), de los que montan un chiringuito en el maletero de un coche cuando acaba el entreno, de los que llevan siempre la sonrisa perfecta para contagiarte sus ganas de vivir. Te deseo carreras bonitas, amaneceres, desafíos, temazos, fotos, camisetas técnicas, te deseo charlas sobre drop, viajes de 200 km para correr 20, te deseo buenos momentos. Te deseo que compartas todo eso, que coincidamos en alguna de esas, que me cuentes tu truco infalible, que me salves de alguna pájara, que aceptes mi sonrisa y mis chistes malos, que me sigas el rollo en algunas de estas que me vengo arriba. Te deso momentos que te salven de la rutina, de los problemas de la vida y de todo lo que deja cicatrices. Te deseo más de todo eso que hay tanta gente que no entiende. Que lo disfrutes, que lo vivas, que te vengas arriba pero sobre todo, que lo compartas. Con tu gente, con desconocidos, con esta tribu de locos que formamos entre todos y donde sabes que tienes tu hueco.
Vamos, sal ahí fuera e híncale el diente a 2019. Lo vamos a disfrutar, claro que sí. Lo vamos a correr y lo vamos a compartir. Es lo que mejor sabemos hacer y vamos a hacerlo bien. Te deseo que nos encontremos corRIENDO. Feliz 2019 a todos los compañeros de aventuras que aún no conozco. Estoy deseando encontrarme con vosotros.
Mrs Runicornio