Queridos amigos lectores, bichos runners e invitados ajenos al grupo, corredores todos a fin de cuentas:

Si os encontrais frente al ordenador –o smartphone, que a día de hoy también se lleva mucho- leyendo esta humilde publicación en el día previo al día D: enhorabuena, lo hemos conseguido. Hoy es día 6 de diciembre de 2014, y es el día previo a la Maratón de Málaga. Y puedo decir con total convencimiento que nosotros ya hemos cumplido con creces.

Como soy consciente de que, muy probablemente, no entendeis a lo que me estoy refiriendo, voy a explicarme.

Llevamos 20 semanas –con sus 140 días y sus 140 noches- de duros entrenamientos, salidas casi diarias, kilómetros y kilómetros de asfalto y carriles de tierra, palizas de gimnasio, horas de soledad, dieta estricta, restricciones, sacrificios, horas robadas a los seres queridos, falta de sueño en días de descanso, dolores óseos y musculares, y un largo etcétera que todos conoceis sobradamente.

Todo esto tiene una finalidad, como es lógico. Y este objetivo no es hacer una u otra marca en el día previsto, ni siquiera cruzar la meta. El único objetivo que hemos de tener en mente es entrenar duro para optar a tener una oportunidad de cruzar el arco de salida el día de la maratón, en condiciones óptimas para ser capaces de cruzar posteriormente también el arco de meta. Porque ojo, el objetivo no es ser finisher, sino que debe ser poder llegar a serlo. De lo contrario, una torcedura de tobillo inesperada en el kilómetro 31 –por ejemplo- nos haría pensar que hemos fracasado. NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD.

El verdadero reto es salir un domingo a correr dos horas y media por el paseo marítimo pelados de frio, a las 8 de la mañana, cuando todos los demás vuelven de fiesta o están durmiendo en su cama plácidamente. Como siempre digo: los bichos corren cuando los hombres duermen.

Un runner popular no puede aspirar a pedir nada más que esto que contaba en el párrafo anterior; mucho menos si comparte este largo y duro recorrido con un grupo de personas de una índole humana como es el caso. Mr M, Iron Gus, JC Sprinter, Fartlek Killer, Banders, Anfibio, Figther, Lizard, Barriga, y Mrs Boots, Ray Ban, Little y Tatto; o, para que los conozcais, Mamerto, Gustavo, José Carlos, Javier, Michael, Juan Antonio, Rafa, Raúl, Fran, Elo, Mar, Mayte y Lourdes –quedan más, pero no tengo la suerte de conocerlos. Todos y cada uno de ellos excelentísimas personas, grandísimos compañeros, incansables luchadores y mejores personas. Debo agradecer a cada uno de ellos los kilómetros y sufrimientos compartidos en interminables sesiones de entrenamiento; y también los buenísimos momentos posteriores al sufrimiento desayunando plácidamente para reponer fuerzas.

Recuerdo tiradas mañaneras con Mamerto grabandonos a todos con su go pro; medias maratones con Juan Antonio tirando de mí cuando ya me veía rindiéndome; recuerdo reirme con los chistes de Gustavo; la seriedad de Michael cuando toca apretar los dientes esperándome en los metros finales de la primera tirada superior a 21 kms; la fuerza de voluntad de José Carlos; las ganas de Javier pese a ser padre recientemente; el apoyo de Mar todo este tiempo; la fortaleza mental de Elo y Mayte cuando empiezan a doler las piernas; la mente fría de Lourdes volviendo de la Cala; las conversaciones sobre eco-alimentación subiendo al monte San Antón con Raúl; las charlas sobre MMA con Fran avanzando por el río; o las conversaciones sobre la vida con Rafa de camino a Pedregalejo. Y, cómo no, recuerdo LAS CERVEZAS Y CAFÉS QUE NOS HEMOS TOMADO Y LOS BOCATAS QUE NOS HEMOS COMIDO!

¿Qué más puede pedir una persona normal, del día a día, trabajadora y con familia a la que atender, con sus problemas y sus inquietudes, que se propone con toda la humildad del mundo correr una maratón? Desde mi humilde punto de vista, sólo estas dos cosas: haber llegado hasta aquí, y haberlo hecho rodeado de tan buenos amigos.

Por ello, si lees esto y eres de los que en unas horas estará conmigo bajo el sol malagueño en nuestro querido Paseo del Parque:

Felicidades. Ya eres un vencedor. Ya has cumplido tu objetivo, ya hemos cumplido nuestro objetivo. Mañana tan sólo queda disfrutar de cada paso.