«El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra»
Volviendo a mi intención de dejar por escrito lo que va aconteciéndome en mi camino al UTMB, encontré este texto a medio empezar, el cuál ni tan siquiera recordaba haberlo iniciado.
El texto pretendía publicarlo en la previa de los 101 de Ronda de este año, pero la falta de tiempo e inspiración no se pudo completar. El post decía algo tal que así:
[…Solo ha pasado un año y vuelvo a encontrarme esa piedra en el camino. Esa piedra de querer hacer un tiempo determinado en una carrera, cuando siempre he renegado de marcas y batallas.
Debe ser que además de animal, la edad me está volviendo valiente, o loco quizás, pero aun siendo consciente de que conseguir el buscado sub13h no es el único objetivo en Ronda este año, siempre ser finisher debe ser un objetivo en toda ultra, me ilusiona luchar para conseguirlo.
Hacer una carrera de 101 km como entrenamiento de otra de 115 km con 5 semanas de diferencia puede parecer una grosería deportiva para un aficionado al trail como yo, pero en esto de las ultras la experiencia es la base del éxito, y yo necesito aún muchas horas de monte para sentirme capacitado y con seguridad para llegar al objetivo del 2017.
En realidad, pensándolo fríamente, me siento preparado para el asalto y con opciones de salir victorioso. El convertirme en bandolero hace 10 semanas me da una confianza añadida, demasiada para mi gusto a la hora de encarar la prueba, y ese es el principal rival a batir este fin de semana.
Tengo muy claro que la confianza crea accidentes y solo la preocupación los evita, así que la clave será encontrar el equilibrio entre arriesgar y controlar; el resto será fruto de tomar las decisiones correctas en el momento adecuado.]
Me resulta extraño ver el contraste del antes y el después. Si antes de la carrera me sentía con miedos, incertidumbres e intrigas, a pocos minutos de completarla en 15′ por encima del sub13, aún con el cuerpo abatido y bajo la fría madrugada de ese sábado en la Alameda de Ronda, mi compañero de batalla ya estaba planeando el asalto al sub12 el año que viene.
Objetivo del año que viene: saltar la piedra y cruzar el arco
Yo, precavido y calculador como de costumbre, no lo tenía tan claro. Hasta revisar la carrera con sus errores y aciertos, analizar tiempos de paso y paradas, no me he dado cuenta que sí, que era posible e incluso se podía haber conseguido este mismo año, pero no pudo ser.
Podría poner unas cuantas razones razonables para justificarlo, pero no sería justo. Todos hemos pasado por aquel barrizal y todos hemos disfrutado de la agradable temperatura durante el recorrido. Pensar en el asalto al sub12 el año próximo es un aliciente más para seguir avanzando y aprendiendo.
Última recta visualizando ya la Alameda, dejando a trás el pais del barro que tanto costó superar este año.
Como resumen de la carrera de Ronda, se podría ver representado en mi histórico de tiempo en esta prueba. Con tres participaciones, entrenos focalizados en carreras de montaña y la propia evolución del cuerpo, la progresión es clara y sobretodo, tener la sensaciones de poder seguir avanzando.
Gráfica de tiempos realizados y previsión para el 2017.
Como se puede apreciar, ver el Tajo de Ronda con las últimas luces del dia es un privilegio solo para unos pocos.
Como decía al inicio, ahora todo se centra en terminar la próxima prueba, Gran Trail de Peñalara (115 km +\-5200m) y conseguir al fin los ansiados puntos que me permitan acceder al sorteo de una plaza para la UTMB.
Próxima parada: Sierra de Guadarrama para coronar el Peñalara
Mr M