Seis meses después de calzarme mis primeras zapatillas de correr, en mi armario y veo ropa extraña, cortavientos, mallas largas, camisetas técnicas, un reloj con una cinta para el pecho….uff definitivamente se me ha ido la bola.
Abro la nevera y descubro bebida isotónica, yogurt para los desayunos y mucho verde, lechuga, espinacas…. la cierro, me desplazo hasta el armario de la cocina y encuentro los cereales de la mañana, las vitaminas, un bote de colágeno y unos tubos raros donde se lee gel energético.
En la puerta del frigo pegado con imanes, junto al horario de mis hijas, está el plan de entrenamiento para este mes, y en el calendario de la pared escrito como mensajes jeroglíficos minutos y distancias.
A mi wasap no dejan de entrar mensajes del grupo de BICHOS RUNNERS, tengo el facebook y el twitter petado de trucos para corredores y en el revistero se ha sustituido la marca por el runners.
En mi rutina diaria se empiezan a abrir huecos para correr, casi he desterrado la siesta, esto no debe ser muy bueno.
El próximo reto será la Media Maratón de Torremolinos, tengo un archivo Excel con una calculadora de tiempos por kilómetros para hacerme una idea, cada vez que voy camino del trabajo con mi moto reto a la cuesta de las Mercedes que es la última subida de esa carrera.
Me paro y recapacito, recuerdo una frase que escuche a un corredor de Maratones de 75 años, soy un vencedor lento, pues a eso es a lo que aspiro a ser un vencedor, a ganar a las carreras en las que participe, a cumplir los entrenamientos, a llegar a la meta, a disfrutar del dulce sabor de la vida, que ya en si es una victoria.
Seis meses y ya soy un ganador, he ganado amigos, todos “zumbados” eso sí, pero benditos zumbados, he encontrado caminos por los que correr, he aprendido que no solo se puede correr por el asfalto, también por caminos, por la playa, por los montes
He descubierto que el cronómetro no es una barrera , que cada uno tiene su sitio en la carrera como en la vida, tus amigos te esperan en la meta con la satisfacción de verte llegar, y que los kilómetros se hacen mejor acompañados , pero que, como en la vida, a veces hay que pasarlos solos.
He recordado la satisfacción del trabajo bien hecho, de los deberes cumplidos, de aprender a guardar para llegar al final, de vaciarte en la última recta, de haberlo dado todo.
Me ha hecho consciente de lo privilegiado que soy, puedo correr, gracias a Dios no tengo ningún impedimento familiar, laboral, ni de salud que hoy me lo impida y ese privilegio hay que valorarlo y compartir la alegría con quien nos rodea y con quien no puede hacerlo porque tiene otras carreras más duras que afrontar
Esta podría ser la historia de cualquiera de vosotros, pero es la mía, y es una de las miles de historias con las que nos cruzamos entrenando y a la que amablemente devolvemos el saludo en ese camino que vamos haciendo cada día
Por eso esto es ALGO MAS QUE CORRER, caminante no hay camino, se hace camino al andar o en nuestro caso al correr.
Mr Slow